• El barómetro de Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia- Universidad Politécnica de Cartagena indica que el índice de confianza crece 9,6 puntos
  • Un 51% de las empresas tienen problemas para cubrir oficios y un 34%, puestos directivos o de gestión económica.

El Barómetro que elabora anualmente la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia-Universidad Politécnica de Cartagena, con la colaboración de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (AMEFMUR) y el apoyo de CaixaBank y la Fundación Cajamurcia, ha sido presentado en la Universidad de Murcia por el rector de la Universidad de la Murcia, José Luján; la rectora de la Universidad Politécnica de Cartagena, Beatriz Miguel; el director de Caixa Bank en la Región de Murcia, Juan Jesús Lozano; el director del Instituto de Fomento, Joaquín Gómez; y por el coordinador del estudio y director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum UM-UPCT, Ángel Meroño.

Situación económica y empresarial

La recuperación económica mundial sigue siendo lenta y desigual, se prevé que el crecimiento mundial se desacelere al 3,0% en 2023 principalmente por las tensiones inflacionistas y los conflictos bélicos. No obstante, los mercados laborales en las Economías avanzadas mantienen su dinamismo, permitiendo reducir intensamente las tasas de paro.

La economía española cerró el ejercicio 2022 con un incremento del PIB del 5,8%, superando el nivel prepandemia y convirtiéndole en uno de los países más dinámicos dentro de la UE. A pesar de la recuperación de empleo, sigue teniendo la tasa de paro más alta de la UE. Se prevé que la economía española crezca por encima del 2% en el ejercicio en curso y, posteriormente, se desacelere. Las previsiones de crecimiento de la economía regional más recientes confirman una considerable desaceleración del ritmo de crecimiento respecto al año anterior. Así, se prevé un crecimiento real del PIB de la Región de Murcia en el entorno del 1,8% en 2023.

Las empresas encuestadas, durante septiembre y octubre, mejoran su opinión sobre la situación económica de 2023 por encima de las expectativas expresadas hace un año. En lo referente a la situación empresarial, todas las variables presentan saldos positivos, salvo las exportaciones. La mayor subida se produce en la variable Inversiones, aun cuando las expectativas eran negativas. Más del 36% de empresas familiares han aumentado sus inversiones durante este año. También destaca el comportamiento de las ventas, un 44,5% de las empresas han aumentado su cifra de negocios durante 2023, también por encima de las cifras previstas. Sin embargo, aun con saldos positivos, ha empeorado ligeramente el empleo. Aun así, predominan las empresas que han mantenido (60%) o aumentado (24,5%) su número de trabajadores. El Índice de Confianza de las Empresas Familiares de la Región de Murcia se sitúa en 10,6 con un crecimiento de 9,6 puntos, tanto por la mejora de los resultados como de las expectativas, especialmente en ventas e inversiones.

Estrategia y preocupaciones

A la hora de competir, las empresas familiares siguen orientadas principalmente a ofrecer servicio, en este sentido un 72% apuestan por la calidad. Le sigue en importancia la eficiencia a través del control de costes y un creciente interés por conseguir mejoras organizativas. La orientación a las ventas consolida el tercer lugar a costa de la orientación a la diversificación.

Respecto a las preocupaciones durante 2023, la escasez de personal cualificado se confirma como principal problema, así lo declaran un 62% de las empresas lo que supone una subida de 16 puntos respecto a 2022. La debilidad de la demanda (40%) con un descenso de 3 puntos se sitúa en segundo lugar. Aun siendo la preocupación menos presente cabe destacar un crecimiento del 180% por la capacidad, de momento afectando al 14% de las empresas.

Para 2024, los factores externos que más preocupan son, en primer lugar, el marco legal (7% de las menciones). Le sigue en importancia la disponibilidad de personal cualificado y la confianza en la economía. En lo referente al modelo de negocio, en primer lugar, 7% de las menciones, sigue la preocupación por el control de costes; le sigue en importancia la cuestión familiar, concretamente la transmisión generacional.

Dimensión familiar

En cuanto a los objetivos de las empresas familiares, la reputación ocupa el primer lugar (8,3 sobre 10), el segundo lugar lo ocupa la implicación de la familia propietaria (7,4), a continuación, la supervivencia (7,3), seguida de la independencia financiera (7,2).

En cuanto al gobierno corporativo, la opción de no realizar cambios sigue siendo mayoritaria (71%) incrementándose su importancia a partir de la segunda generación. El 12% de las empresas se plantea transmitir la empresa a la siguiente generación, suponiendo una caída de 10 puntos. Un 13% se plantea vender la empresa, siendo el 21% en las empresas en primera generación (incremento de 15 puntos); y un 4% en cerrarla, un 9% de las de primera generación (incremento 9 puntos).

Con referencia a la planificación y gobierno, se mantiene en 23% las empresas que cuentan con protocolo, pero desciende a un 18% las que disponen de plan de sucesión. Hay que tener en cuenta que un 20% y un 23%, respectivamente, están en proceso. Es relevante la incorporación de externos a la familia, un 19% así lo ha hecho, y un 14% está en proceso, principalmente por el conocimiento que aportan y para ayudarles a crecer. Un 15% los han incorporado al ámbito de la dirección, un 11% a los consejos de administración y un 4% a la propiedad.

Escasez de personal cualificado

La escasez de personal cualificado se ha convertido en una importante limitación. Para las empresas, las competencias más importantes son la motivación, el trabajo en equipo y el conocimiento. En cuanto a los puestos más difíciles de cubrir destacan los oficios (51% empresas): mecánicos, conductores, soldadores, montadores, pintores, albañilería, electricistas, fundamentalmente; y gestión (34% empresas): puestos directivos o de gestión económica.

Detrás de la escasez, las empresas creen que hay una falta de cualificación (54%); falta de motivación (28%) en términos de implicación, inquietud, interés en asumir responsabilidades, demandando condiciones laborales más cómodas; también señalan, el elevado coste (15%) asociado a la falta de oferta; y la falta de experiencia (15%).

Respecto a cómo gestionan la escasez, principalmente lo hacen a través de la formación (63% de las empresas) como vía para solucionar la falta de formación y experiencia; reforzando las actividades de búsqueda (20%); reorganizando la plantilla (12%); e incrementando las facilidades y condiciones laborales (12%) en el sentido de aumentar el atractivo de los puestos de trabajo.

En general, las empresas creen que se necesitan mejoras en el sistema educativo (40%); cambios en el sistema de valores de la sociedad (34%) en términos de actitud frente al trabajo donde debe primar más el compromiso; fomento (26%) de la contratación laboral e imagen de ciertos oficios. Además, conectado a los valores, reconocen la importancia de la mejora de las condiciones laborales (13%), tanto en horarios como en remuneración.